Critica de Harry Potter y el misterio del principe

La esperadísima penúltima entrega de Harry Potter, ha llegado a nuestras pantallas sin pena ni gloria.
El monumental enfado que tuvieron sus fans cuando se enteraron del retraso del estreno, estaba preparado para diciembre y se pospuso hasta julio dando paso a otro super estreno “Crepúsculo”, no se ha visto recompensado, y aunque algunos de los fieles seguidores hayan juzgado esta última entrega como la mejor por el momento (una inmensa minoría que no habían leído el libro con antelación, todo hay que decirlo), para los demás no sólo nos ha parecido pobre, sino que ha omitido detalles francamente importantes que consiguen que personas como mi madre, que no se ha leído el libro (abandonó el barco en “El cáliz de fuego”) no lleguen a ver el sentido de la película.
Mis queridos Drugos, tenéis ante vuestros ojos a una férrea seguidora de Harry Potter cada vez mas cabreada con los estrenos por culpa de las funestas elecciones en la directiva.
Y es que tras la estupenda dirección de Alfonso Cuarón, Harry Potter no ha levantado cabeza.
Querían un director especialista en dramas y escogieron a Mike Newell (“La sonrisa de La Monalisa”) y el resultado fue nefasto, y eso que Newell, ya era un director consagrado y de renombre.
Bueno, no cuajó y decidieron cambiar de director, otro que obviamente dirigiera dramas y optaron por David Yates, un director que casi no tenía experiencia en largos.
Así que no bastándoles el batacazo de la quinta entrega, van y le conceden la sexta ¡Tócate los pies!
Y mi pregunta es, si queréis a un director que haga dramas y por lo que veo la experiencia no os importa demasiado, tenéis delante de vuestras narices a un director y actor cuya opera prima es una maravilla, y si no le veis no será por narices, porque de eso el pobre entiende un rato.
Hablo sin lugar a dudas de Alan Rickman y su opera prima “El invitado de invierno”, película que no ceso de aconsejar y aconsejar.
Para quien no lo sepa a estas alturas ya, Alan Rickman es Severus Snape.
Sólo pido una cosa, tan sólo queda una entrega, por favor desearía volver a ver la magia de las tres primeras películas, aunque se bien que cada vez la historia es mas oscura.
Quiero poder reconciliarme con Harry Potter, le quiero ver como una vez dijo Alfonso Cuaron reflejado en “El niño de los 400 golpes”.
Es mi anhelo, mi deseo y mi esperanza.
En vuestras manos esta.

Rizos

El artista del mes: John Wayne



John Wayne nació en Winterset (Iowa) el 26 de Mayo de 1907 y murió en Los Angeles (California) el 11 de Junio de 1979, conocido popularmente como The Duke (El Duque), fue llamado Marion Robert Morrison, aunque sus padres cambiaron el nombre a Marion Michael Morrison cuando decidieron llamar a su siguiente hijo Robert. Su familia era presbiteriana. Su padre, Clyde Leonard Morrison era descendiente de escoceses e irlandeses e hijo de un veterano de la Guerra Civil Estadounidense, mientras que su madre, Mary Alberta Brown era descendiente de irlandeses. En 1911 toda la familia se mudó a Glendale, California. Fueron los vecinos de Glendale quienes comenzaron a llamar a Wayne Big Duke porque él siempre estaba con su perro Airedale Terrier que se llamaba Little Duke. Él prefería Duke a Marion, por lo cual este nombre le quedó por el resto de su vida, fue un actor estadounidense que comenzó su carrera en el cine mudo de la década de 1920.
Mientras estaba estudiando, Wayne comenzó a trabajar cerca de los estudios de filmación locales. La estrella de cine western Tom Mix le ofreció un trabajo temporal durante un verano a cambio de entradas para los partidos de fútbol, y Wayne pronto comenzó a tener pequeños roles e hizo amistad con el director de cine John Ford. Durante este período Wayne apareció junto con sus compañeros de equipo de la USC como jugador de fútbol en la película “Maker of Men” de Columbia Pictures (filmada en 1930 y estrenada en 1931) protagonizada por Richard Cromwell y Jack Holt. En la película, Wayne aparece en los créditos como Marion Morrison.
Su primer papel como protagonista fue después de dos años de trabajo en William Fox Studios en la película “La gran jornada” (The Big Trail) de 1930. El director de la película Raoul Walsh (quien descubrió a Wayne) le dio el nombre artístico de John Wayne por el general de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos Anthony Wayne. Actores de riesgo le enseñaron a cabalgar y otras habilidades utilizadas en las películas de western.
Fue el símbolo de lo rudo y masculino, y fue un icono norteamericano durante muchos años. Es memorable el timbre distintivo de su voz, su forma de caminar y su presencia física. También fue célebre su postura política conservadora y su apoyo a las posturas políticas anticomunistas de la década de 1950.
John Wayne sufrió cáncer, enfermedad que se atribuyó a las radiaciones a las que se había expuesto en 1956 durante el rodaje de la película histórica El conquistador de Mongolia. Dicho filme se rodó en el desierto de Utah, cerca de un campo de pruebas nucleares, y el equipo de rodaje desconocía las posibles secuelas de su exposición al polvo radioactivo.
En 1964 se le diagnosticó cáncer de pulmón, y fue sometido a una intervención quirúrgica para extraerle el pulmón izquierdo y dos costillas.
Wayne estuvo casado tres veces. Sus esposas fueron: Josephine Alicia Sánchez (de quien se divorció en 1945), Esperanza Baur (de quien se divorció en 1954) y Pilar Palette (con quien seguía casado cuando murió en 1979).
Wayne falleció el 11 de junio de 1979 a causa de cáncer de estómago. Fue enterrado en el cementerio Pacific View Memorial Park de Corona del Mar, California. Fue su tercera esposa, Pilar Palette, quien encargó inscribir en castellano su epitafio sobre la lápida: "Feo, fuerte y formal".

Wayne ganó un Óscar al mejor actor por su papel en la película “True Grit” (1969). Muchos piensan que el premio fue otorgado en reconocimiento a sus 40 años de carrera, más que por su desempeño en este filme en particular, ya que tuvo mejores actuaciones en “Red River” (1948) y “The Searchers”. Wayne también estuvo nominado para mejor actor en “Sands of Iwo Jima”, y la película “The Alamo” (1960) estuvo nominada para el Óscar a la mejor película, y fue Wayne productor de la misma. Él también dirigió el film “The Green Berets” (1968), la única película hecha durante la Guerra de Vietnam en mostrar soldados norteamericanos a favor del conflicto.
En 1999, el American Film Institute le otorgó el lugar número 13 en su lista de las 100 Estrellas Más Grandes de Todos los Tiempos.
Una encuesta Harris publicada en el 2007 le otorgó el tercer lugar entre las estrellas favoritas de los Estados Unidos la única estrella ya fallecida de la encuesta y, a la vez, la única estrella que había estado apareciendo en ella todos los años.

Rizos

Critica de Ink Heart

Mucho ha llovido desde que se estrenó en cine, “La princesa prometida”, donde una pareja de jóvenes amantes luchaban por su amor contra viento y marea.
Pues bien, éste podría ser el resumen perfecto de “Ink heart”.
O sea, que no va para nada conmigo, soy de las que piensan que el príncipe azul tan sólo aparece en los paquetes de Vecquelar.
Pero cierto es, que cuando llegó a mis oídos el estreno de “Ink heart”, por boca de Mekhi, me fascinó la idea de mezclar en el mismo plano realidad y ficción, al igual que se hizo en su momento en “La historia interminable”.
Pero realmente lo que mas me gustó, fue la conexión con “El Mago de Oz”.
Siempre quise entrar dentro de ese fascinante mundo lleno de color, musicalidad, terror, amistad y como no de aventuras.
“Ink heart”, recuerda a todos los soñadores el poder que posee un buen libro, gracias a la lectura hemos vivido y muchos seguimos viviendo trepidantes aventuras.
Como siempre es inevitable decir que Helen Mirren está incriblemente explendida, salvando la penosa actuación de "George de la jungla".
La actuación de Andy Serkins es más que correcta, aunque sea el vivo retrato de Carlos Sobera sin pelo, al menos sabra que si el papel de villano no le sale rentable, bien podría ofrecer la posibilidad de ser millonario, a la par que eleva una ceja.
Por último apuntar que tengo que encontrar la pócima que usa Paul Bettany para estar cada mas bueno.

Me encantó el cameo que hace su mujer, Jennifer Conelly.

Rizos